El ferrocarril era un importante factor de desarrollo de Porto Ferreira, debido a que la ciudad se encuentra entre las antiguas grandes plantaciones de café de Ribeirão Preto y el puerto de Santos. Pero la ciudad no nació de la vía férrea.
Al lado de los raíles corre el vigoroso Río Mogi Guaçú que por su ancho sólo se podía cruzarlo con la ayuda de un transbordador. El barquero Juan Ignacio Ferreira era encargado por esta tarea, que era el cruce de todo y de cada uno, de un lado a otro; en poco tiempo el puerto pasó a ser conocido por su apellido.
Hoy, con casi 50 mil habitantes, el muelle propulsor, la poténcia de la ciudad es la famosa cerámica, que, con su belleza, encanta a todos los visitantes. El Camino de la Fe corre junto a la antigua estación de ferrocarril y sigue por el viejo puente a través del río, hacia Santa Rita do Passa Quatro
– (Datos obtenidos de la “Guía Camino de la Fe” para ciclistas y peatones).